viernes, 6 de mayo de 2011

El fin justifica los medios (o eso parece)



Pese a que en los telediarios e informativos nos están poniendo al día, creo que todo lo relacionado con la muerte de Bin Laden está pasando por nuestras vidas sin la transcendencia que debería.

Y no, no me refiero a las posibles represalias de islamistas radicales (que también). Más bien aludo a la capacidad que tienen los gobiernos occidentales de olvidar algunos de sus principios según les convenga o en función de la brisa que toque ese día.

Me sorprende que se haya felicitado a Obama por el asesinato (y digo asesinato por que la Casa Blanca ha admitido que Bin Laden iba desarmado) del terrorista número uno del mundo. Me sorprende que lo que aquí fue delito (G.A.L.) cuando se aplica 20 años después en un país como Pakistan pase a ser casi lo que había que hacer. Me sorprende que la actuación de un comando en un país extranjero y sin ningún tipo de autorización por parte del gobierno local  sólo sea criticada por el gobierno afectado ( y además les dicen que no podían decirles nada por si había filtraciones). Y también me sorprende que se haya casi pasado por alto el hecho de que la información para detener a Bin Laden se obtuviera bajo torturas....

En realidad lo que más debería sorprenderme es que casi todas estas cosas las ha generado el país que defiende las libertades y la democracia...lo siento pero algo me patina y no es que yo sea el más listo de la clase, creo que es evidente. 

Hasta hace unos meses no había colgado ninguna opinión de cariz sociopolítico, pero hay días que realmente no me puedo quedar callado y quizá este medio, que seguramente nadie lee, sea una buena forma de liberar tanta ignominia. 

Si mis críticas se focalizan en gobiernos occidentales no es por que el resto de países sean idílicos, de hecho hay cosas que claman al cielo (al cristiano, al musulmán o al que sea), pero considero que no tengo suficientes datos para poder explayarme en ello. Sin embargo, el país en el que vivo, la Comunidad Europea a la que pertenezco, y en general la sociedad "del primer mundo occidental" si que las tengo bien vistas, y lamentablemente cada vez le veo más defectos, aunque sobre todo prevalece uno: hipocresía.

Si yo estuviera en el lugar de una persona a la que han matado a un familiar, amigo o ser querido del tipo que fuera, creo que yo también me habría tomado la justicia por mi propia mano. El problema es que 10 años después del 11-S, tras una década analizando, buscando datos, siguiendo pistas y aprovechando el servicio de inteligencia-espionaje de varios países, el adalid de la libertad y la democracia ha acabado con un enemigo desarmado de un par de tiros. Irónico cuando menos.

Por si alguien tiene idea de criticar este post (me parecería genial, alguien entonces lo habría leído), no quiero olvidarme de otra lectura de los acontecimientos: ¿qué hubiera pasado si lo detenemos en vez de matarlo? ¿no hubiéramos provocado las iras del mundo más radical y se hubiera incitado aún más al odio?

Bin Laden ganó hace una década, y no sólo por lo que consiguió al realizar los ataques (dar un cambio radical a la situación geopolítica mundial), sino por que se hiciera lo que se hiciera con él, siempre habría una consecuencia negativa (si lo detienes, incitas a la ira, si lo matas, incitas a la ira, si das pruebas, incitas a la ira, si no las das, mitificas a un terrorista...).

Para mi, como ciudadano anónimo, las únicas respuestas posibles eran dos: muerte de Bin Laden en un combate armado -él no lo estaba-, o llevarle al tribunal internacional de La Haya. Posiblemente ocasionaría rebrotes de violencia, pero permitiría seguir pensando que las leyes son para todos y en todo momento.

Mi deseo es un mundo libre de terrorismo, libre de amenzas, pero también igualitario desde un punto de vista jurídico...utópico, lo sé.

P.D. Y para colmo echan al mar el cadáver, o eso dicen.  A ver si aprenden esos guionistas hollywodienses con ideas escasas, que su ejército se lo pone facilito, facilito.

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