viernes, 21 de octubre de 2011

Hoy te amo, mañana se verá

Ayer, parece ser, fue un gran día desde la óptica nacional e internacional: en cuanto a lo que nos toca más de cerca ETA anunció el cese definitivo de la lucha armada; en lo global, Gadafi ha muerto.

Del primer punto me voy a  abstener durante una temporadita de decir nada, no sea que vengan los de la  capucha y pongan otro bombazo así, porque les cuadraba en la agenda, y tanta historia de si no han entregado las armas o que si hacen el comunicado en castellano y mil soplagaiteces más al carajo. Me fío menos de esta fauna que de los bancos, que no es decir poco.

Del segundo he decidido seguir la máxima "una imagen vale más que mil palabras" -con la que por cierto, no estoy de acuerdo- y os dejo unas fotos que entiendo son bastante reveladoras. 



Sí, lo sé, es inconcebible ver a Gadafi sin su sombrerito (lamento no conocer el nombre adecuado del complemento) en la foto de abajo. ¿Cómo es posible? Seguro que el fotógrafo quiso pillarle a traición. Convencido estoy de que el libio iba a su aire y ni se quitaba las gafas ni miraba hacia el otro lado porque Berlusconi estaba contando una anécdota de cómo cambió la ley italiana para librarse de la cárcel -una vez más-. Maldito dirigente africano amigo de potencias europeas y americanas y últimamente personificación del peor demonio del mundo mundial, que no aguanta la misma historia más de tres cumbres de estado seguidas.

Tonterías aparte, no está mal que recordemos el pasado -no tan lejano- y analicemos el presente, que luego vamos de liberadores del mundo cuando hace cuatro días hemos vendido armamento al hijo del mal. Para que nos venga la clase política de los países "occidentales" con discursitos de ética y honestidad y nos vendan la importancia de ambas en las relaciones entre naciones y ciudadanos. 

Luego me preguntan mis amigos que por qué me da la risa cuando miembros del PSOE y del PP se llaman "desleales" mutuamente. Ni el Show de la Comedia.




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