miércoles, 30 de noviembre de 2011

Plenamente insatisfecho

No han pasado aún dos horas desde que he visto un curioso reportaje en un telediario. El tema que abordaba era la buena predisposición de algunas empresas para ayudar a sus empleados a conciliar mejor su vida profesional y personal, aunque quizá la solución que han encontrado pueda considerarse "algo particular": ofrecerles un grupo de asistentes para su día a día que se encargue de hacer la compra, limpiar en casa, ir a por los niños, elegir un regalo a la pareja el día de su cumpleaños, etc.



Si vemos la capa superior de la cuestión se puede pensar que es una ingeniosa y muy aguda solución para la carencia de tiempo libre de la mayoría de los empleados. Pero si rascamos un poquito, un poquito nada más, lo que se aprecia es un grave problema social: estamos volcados, ya sea por necesidad o por elección propia, en nuestra profesión y estamos dejando de lado los valores que mucho tiempo después, cuando queramos jubilarnos, anhelaremos como locos. Compartir tiempo de calidad con seres queridos, buscar un obsequio para alguien especial, comer fuera simplemente porque puedes ver 10 minutos a alguien que es importante para ti y hace tiempo que no ves...son sólo algunos ejemplos de lo que está desapareciendo, de lo que nos estamos deshumanizando.

Soy de los que cree que cuando tocan las malas hay que apechugar y salir como sea de los problemas, pero en las buenas hay caminos para escoger y, aunque últimamente parece que todos son malos, aquell@os que puedan elegir, que lo hagan bien. Si para ell@s su trabajo es la primera elección en su lista de preferencias, fantástico, pero si pretenden disfrutar el camino y no sólo la llegada a meta, entonces creo que se equivocan.

"le has comprado una camisa preciosa a mi marido, le va a encantar" decía una...primando el objeto por encima de lo realmente relevante, el gesto, el deseo de acertar, ofrecer un momento de ti mismo a otra persona.

Mis tiempos son otros. Defiendo el esfuerzo y el trabajo, pero aún más la posibilidad de tener una vida verdaderamente mía. Y hablo por experiencia propia, cuando en una etapa profesional ya pasada el trabajo me dejaba plenamente insatisfecho.

1 comentario:

  1. Muy de acuerdo, no podrías haberte expresado mejor! Me gusta!

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