miércoles, 31 de marzo de 2010

Las partículas más pequeñas para entender el universo


Como en tantas y tantas ocasiones, un hecho que posiblemente modificará el concepto de la realidad por el que hoy nos regimos ha pasado sin demasiada repercusión en los medios de comunicación. Quizá se deba a que la mitad de la población esté de vacaciones viendo a la Esteban hablar de la Campa, en el caso de España, o de cualquier otro personaje de segunda, en el resto del mundo.
El 30 de marzo de 2010 debería aparecer muy pronto en los libros de física e historia haciendo referencia al mayor experimento que los seres humanos han desarrollado desde la presencia en la tierra del Homo Sapiens, pero no será hasta dentro de unas décadas que empecemos a tomar conciencia de qué ha supuesto realmente.
El LHC (Large Hadron Collider o Gran Colisionador de Hadrones) del CERN (European Organization for Nuclear Research u Organización Europea para la Investigación Nuclear) es un anillo de 27 km. de perímetro localizado a 100 metros de profundidad en la frontera de Francia y Suiza.
No voy a explicar en detalle las características del LHC -entre otras cosas, por que olvidaría reflejar muchos puntos importantes -, ya que toda la información la podéis encontrar en los enlaces que voy plasmando a o largo del texto. Sin embargo, me parece relevante mencionar algunos datos controvertidos, como puede ser el hecho de que es uno de los experimentos más caros desarrollados en la historia o que varias de sus metas son comprobar teorías referentes a partículas de las que no hay más conocimiento que meras hipótesis...
¿Por qué entonces invertir 4 mil millones de € en algo de este género, cuando hay tantas necesidades sociales y económicas que cubrir?
Como anticipo y resumen creo que puede proponerse uno: por que debemos. El ser humano es un animal curioso respecto a l mundo que le rodea, y cuanto más conoce ese mundo, mayor es su capacidad de modificarlo con la esperanza de hacer que sea mejor: Si pudiéramos encontrar la cura universal del cáncer, aunque costase 10.000 millones ¿no lo haríamos?
El LHC pretende responder a varias preguntas que la física lleva años haciéndose: la relación materia-antimateria, si existe aún hoy dicha antimateria, qué es la energía oscura y la materia oscura, si realmente existe el Bosón de Higgs...
No soy físico, pero los escasos conocimientos que pueda tener de estos temas, adquiridos tras preguntarme tantas veces ¿qué somos realmente?, me impulsan a creer que la inversión económica en un proyecto que lleva en ejecución 20 años y que ha dado su primer paso real ayer mismo, ha merecido la pena.
Hoy sabemos que un átomo se compone de un núcleo de protones y neutrones, además de electrones que orbitan alrededor de dicho núcleo. ¿Es lo más pequeño? No. Estas partículas pueden dividirse en otros menores, los quarks, de diversos tipos y en algunos casos aún desconocidos...Ahora pretendemos saber qué hay más allá, dónde está el límite, es decir, qué es lo que realmente compone el universo. Empecemos por hallar los qués, ya habrá tiempo de plantearse el resto de las otras "W" del periodismo y, por supuesto, buscarle aplicación práctica en beneficio de la humanidad.
Como veis, divago un poco. Estos temas me absorven, como el cosmos, de forma inconmensurable. Hace tiempo leí una frase que me dio mucho que pensar "caminamos sobre nubes de electrones"...en realidad es una buena definición de lo que somos y lo que deberíamos ser, seres materiales creados por la relación simbiótica de elementos distintos y en los que se desarrolla una estructura holística, al ser la suma de cada uno de los quarks, átomos, moléculas, etc...mucho más que la suma de las partes. Hoy escribo gracias a la composición material de mi organismo, pero los recuerdos que he almacenado en el hipocampo o disfrutar de poder expresarme con un lenguaje gracias a la capacidad del centro de Broca, ambos en el cerebro, son un resultado mucho mayor a la mera suma de todas esas minúsculas partículas.
No he cambiado de tema...conocer las partículas elementales del universo y entender qué somos son dos preguntas que tienen la misma meta: saber.

P.D. A día de hoy se estima que conocemos un 4% de la composición del universo...¿No creéis que el 96% restante puede deparar sorpresas más que interesantes?

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