jueves, 25 de marzo de 2010

Uno más en la familia...y los que quedan

No sé si os habéis enterado de la noticia arqueológica del día (y que seguramente será una de las más importantes del año dentro de los estudios prehistóricos por su importancia dentro del árbol de la evolución humana), el descubrimiento de una "tercera rama" de homo que pudo convivir con Neanderthales y Sapiens.

El hallazgo del resto óseo que ha permitido realizar dicha afirmación (fragmentos de un dedo) tuvo lugar en 2008 en Desinova Cave, una cueva localizada en Siberia, y la atención que le prestaron los investigadores al principio fue prácticamente nula. Sin embargo, la magia de los estudios de ADNmt (ADN mitocondrial), han determinado que el individuo, que vivió hace entre 50.000 y 30.000 años, poseía rasgos comunes con las otras dos especies, pero sin pertenecer a ninguna de ellas. Un análisis más detallado concluyó en la necesidad de retrotraer la fecha en la que supuestamente se ubicaba al ancestro común de Neanderthales y Sapiens, ya que era obligado incluir al nuevo pariente, por lo que la nueva fecha estimada para el antepasado de las tres especies sería de un millón de años.

Estos datos permiten ser optimistas en dos aspectos fundamentales:

El primero, la importancia que los descubrimientos del territorio ruso y de sus ex-repúblicas tendrán de cara al futuro de las investigaciones. Cada vez queda más lejos el tiempo en el que las ciencias (incluida la histórica) soviéticas quedaban tan separadas del conocimiento occidental por el telón de acero como el resto de actividades del país.

La segunda, la confirmación de que las oleadas de homínidos que salieron de la "casa" africana para expandirse y colonizar otras tierras no fueron ni una ni dos, sino que debieron ser múltiples y en momentos diferentes.

Nunca he sido un experto en Prehistoria (más bien me centré en Protohistoria), pero es grato comprobar que, con crisis o sin ella, una nueva pieza del puzzle aparece sobre la mesa. Qué pena no tener la tapa donde venga el dibujo a realizar, ya que en este "juego de conocer a tus parientes de hace miles de años", el árbol parece no tener fin y no podemos empezar por los bordes ni las esquinas...ya que no existen.

Os animo a que conozcáis de primera mano la noticia en Nature y opinéis al respecto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario